Autora: Nahia Muñoz. 
Segundo premio del Concurso de Relato Corto de Peñagrande 2020 – Categoría Adultos. 

El sol de las tardes de otoño,
la cerveza y el reflejo de la luz en tu pelo.
Y que digan que hay colores que dan mala suerte,
si no hay nada tan perfecto.

Juro que en ese momento me habría escapado contigo
aunque lo hubiera perdido todo por ti.
Pero en lugar de eso, dejé que te fueras.
Mejor echarte de menos desde el otro lado del mundo
que a dos segundos de besarte.

Y hasta entonces,
como no podía hacerlo de otra manera,
pasé a decirte todo sin hablar
dejando sonar las canciones que hablaban de ti
cuando te subías al coche.
Haciéndote feliz sin que te dieras cuenta
para que no te asustaras.

Pero la vida se paró. Madrid enmudeció.
Y el motivo por el que te marchabas
dejó de tener sentido,
como todo eso que nunca nos dijimos.

Solo prométeme que volveremos a aquel bar
y que esta vez, cuando el camarero vuelva a preguntar,
no digas que te vas a casa
sino que te quedas aquí conmigo toda la vida.

Así, este stand by
que nos ha cambiado la manera de ver el mundo
puede que sirva también para empezarlo todo.