Autor: Antonio Muñoz González. 
Primer premio del Concurso de Relato Corto de Peñagrande 2020 – Categoría Juvenil. 

Su corazón iba a mil,el coche parecía que se iba a salir de la vía en cualquier momento, ¿que era lo que le había impulsado a cometer esa tontería?,…, ¿una apuesta?, pero una apuesta absurda; en realidad era una manera de demostrar su valía. Quería que todos la viesen, que nadie dijera que no se había atrevido.

Su timidez y su carácter le habían supuesto ser una de las amistades más solicitadas en su grupo de amig@s, y eso estaba muy bien, pero ¿qué pasaba con el amor?, esa sensación que todos decían que era increíble; ¿y el sexo?

Ya tenía 15 años y nunca había sentido otros labios en sus labios, no había tenido nada más allá de la amistad con nadie.

Pero eso se iba a acabar, ella tenía claro que quería destacar, quería ser popular, que hablasen de ella, y por eso lo había hecho.

Todos estaban allí, mirando, riéndose, pero pendientes de ella; todos habían flipado cuando ella dijo que si.

Y allí estaba, gritando y arrepintiéndose a la vez que disfrutaba del sabor del éxito, había sido la única de su clase que se había subido al Abismo en El Parque de Atracciones de Madrid.